La oficina Adamo Faiden ha desarrollado un muy buen trabajo en vivienda, tanto unifamiliar como colectiva, aislada o en manzanas densas, del cual esperamos presentarles más detalles en profunidad en futuros artículos.
En esta ocasión les presentamos el projecto Casas MuReRe (Mutualismo Residencial Regenerativo), una interesante propuesta de vivienda social para densificar zonas conurbanas del gran Buenos Aires, lejos del destierro periférico (y la salida del circulo de oportunidades) en busca de suelo más barato como suele suceder.
A continuación, la memoria del proyecto:
Dentro del contexto local, vivienda social y entorno son elementos en conflicto. Podemos enumerar 3 tipos de relaciones entre ambos.
1. La vivienda social parasita el entorno: La primera obtiene beneficios sobre el segundo sin ofrecer nada a cambio. La explotación de infraestructuras existentes sería el caso más frecuente. 2. La vivienda social depreda el entorno: La primera degrada al segundo hasta destruir sus atributos vitales. 3. La vivienda social se construye en un no-entorno: La primera se construye en áreas sin infraestructuras poniendo en crisis su supervivencia.
Frente a este contexto, las casas MuReRe proponen un nuevo contrato entre vivienda social y entorno. Al igual que en el mutualismo biológico, ambas especies buscan mejorar sus aptitudes al interactuar entre sí. Para ello, las casas MuReRe abandonan la parcela vacía o el suelo virgen como soporte para la construcción. Con el doble objetivo de detener la constante expansión superficial de Buenos Aires y de mejorar el patrimonio construido, el entorno en el cual se inserta el proyecto pasa a ser el primer cordón del conurbano bonaerense: un área de gran extensión de tejido consolidado y robusto, de muy baja densidad y con graves dificultades para acceder a infraestructuras de calidad.
Las casas MuReRe encuentran en las azoteas de aquellas construcciones dispuestas a recibirlas el soporte necesario para su construcción. Es así como al atomizarse en el tejido existente, evitan la guetificación de la vivienda social al mismo tiempo que favorecen su integración en entornos ya consolidados. Por otro lado, al duplicar la densidad del lote donde se insertan, logran optimizar la sostenibilidad de ambas construcciones (la nueva y la existente) fomentando simultáneamente la diversidad programática del área. Finalmente, al incorporar criterios medioambientales en su materialización y mantenimiento, estos no solo se aplican a la nueva vivienda sino que se hacen extensivos a la construcción existente. Las casas MuReRe son tanto un modelo de vivienda social como una estrategia de puesta en valor del entorno.
Las casas MuReRe están basadas en las posibilidades que presenta el sistema steel framing. Es a partir de su extrema ligereza y su velocidad de ejecución que resulta factible la construcción de nuevas estructuras sobre estructuras existentes y en funcionamiento. Paralelamente, la apertura dimensional que presenta el sistema permite proyectar una matriz que siendo constante en su sección, permite un alto grado de adaptabilidad en planta, posibilitando así tanto su capacidad de adaptación a cualquier terraza como su amplia oferta de superficies y organizaciones.
Las casas MuReRe son vivienda e infraestructura al mismo tiempo. Una vez construida, la nueva vivienda se transforma en infraestructura de la construcción que la soporta. La doble inclinación que presenta su cubierta facilita el almacenamiento de agua de lluvia para el regado de los jardines, el lavado de coches y el llenado de los depósitos de los inodoros de ambas construcciones. Por otro lado, permite escoger según la orientación más conveniente, uno u otro lado de la cubierta para la colocación de un colector solar que solucione el calentamiento de agua de ambas construcciones. Por último, el aislamiento térmico del steel framing con el que se beneficia la nueva vivienda, se traslada a la construcción existente al funcionar la nueva construcción como un tejado habitado que constituye un verdadero colchón térmico dispuesto sobre la quinta fachada de la construcción existente.
Las casas MuReRe sustituyen la “ciudad color verde” por la “ciudad con finalidad verde”.
Las casas MuReRe desestiman que exista una idea de sostenibilidad asociada a la construcción de casas apoyadas en el suelo. En contrapartida, apuestan por la densificación de un tejido abundante pero obsoleto, impulsando la idea de que en su proximidad a los núcleos urbanos y en su capacidad de transformación existe un verdadero sustrato abierto a recibir este tipo de programas.
Las casas MuReRe no se presentan como un modelo de ciudad alternativo, sino más bien como un acelerador de procesos. Aún duplicando la superficie del tejido existente la densidad que obtienen no alcanza los parámetros óptimos de una ciudad sustentable. Es por eso que las casas MuReRe proponen un urbanismo oportunista y mestizo, mucho más táctico que estratégico, con capacidad para generar mejoras en períodos de tiempo muy reducidos. Su objetivo entonces, deja de ser la forma urbana para focalizarse en la producción de los efectos necesarios que anticipen un desarrollo profundo y radical. Las casas MuReRe son un mecanismo para reactivar el potencial latente del conurbano bonaerense.
Arquitectos: Adamo-Faiden. Equipo de proyecto: Sebastián Adamo, Marcelo Faiden, Luís Hevia, Carolina Molinari, Arnau Andrés, Ainoa Mugetti, Juliana De Lojo, Natalia Castillo, Juliana Olarte, Ana Kreiman. Asesor: Ing. Carlos Grinberg (sostenibilidad, instalaciones).